Azud de Sant Joan d’Alacant y el Gualeró
Este azud se sitúa en las proximidades del puente existente en la carretera que une Sant Joan d’Alacant y Busot; de ahí, que también sea conocido como Açut Nou o del Pas de Busot. Aunque se acepta el dato dado por los padres jesuitas Juan Bautista Maltés y Lorenzo López en su Illice Ilustrada como el correcto, hoy existen referencias documentales anteriores al año 1656. Tras las investigaciones de Armando Alberola, encontramos algún documento datado el 21 de junio de 1377 donde esta obra es aprobada por el rey Pedro IV y posteriormente, hacia 1578, el Consell alicantino determinó un nuevo azud en “lo riu de Alacant en lo pas de Busot perque […] nos ha constat ser cosa necesaria e utilosa” para recoger las aguas pluviales y de avenidas que no pudieran contenerse en el azud de Mutxamel y reconducirlas a la Huerta, reforzando el riego de la parte baja de la misma: Sant Joan d’Alacant, Benimagrell y la Condomina. Aunque por las presiones de los regantes, éste no fue construido hasta 1631 y reparado por el cantero Ginés Irles en 1640 debido a los daños provocados por las diversas avenidas de 1635 que arruinaron la pared dejando el azud inutilizado. Los gastos de la obra se liquidaron en 1656, año de construcción comúnmente aceptado.
Al igual que el azud de Mutxamel, éste sufrió los efectos destructivos de la riada del 7 de septiembre de 1793 y la obstrucción de la acequia del Gualeró por una higuera, siendo reconstruido en 1800 por el arquitecto José Cascant, según planos del arquitecto Vicente Gascó. Esta presa menor presenta una planta curva de 48 metros de cuerda y sus paramentos de sillería, verticales, tienen 7, 35 metros de alto por 3, 60 metros de espesor, reforzado en los extremos por estribos.
Hasta los años 30 del siglo XX, este azud ha sido mantenido y cuidado aunque, actualmente, presenta un estado de abandono. Su último assuter fue Josep Planelles Martínez, “Pinotxo”; el cargo lo heredó de su padre y de su abuelo. Resulta especialmente interesante el testimonio de su hija, Carmen Planelles, porque recuerda que las tierras que rodeaban su casa tenían todo aquello que hizo famosa a la Huerta de Alicante: almendros, algarrobos, viñas, higueras, olivos, etc. Hoy esta zona ha quedado desértica. En 1997, se procedió a la rehabilitación de la caseta del assuter y de las casetas de descarga de la acequia del Gualeró, bajo la dirección de Màrius Bevià.
A la par que se construyó el azud de Sant Joan d’Alacant, los regantes habrían acondicionado la antigua acequia del Gualeró para utilizarla como boca del nuevo azud. Los investigadores creen que este topónimo proviene de goleró, término catalán derivado de gola, definido como un lugar profundo donde el agua es engullida; aunque, también puede fusionarse como gual, lugar de un río de poca profundidad por donde es cruzado. En definitiva, el Gualeró fue una acequia que debía ser cruzada por diversas sendas; de hecho, ésta era sorteada por una canaleta de piedra hoy desaparecida y sustituida por un sifón y una tubería. Actualmente, esta acequia se encuentra tapada y abnegada.
La misión principal del Gualeró es llevar las aguas desde la parte alta de Sant Joan d’Alacant, donde enlaza con la acequia Mayor, hasta la parte baja de la Huerta, donde vuelve a enlazar con la ya mencionada acequia Mayor. Antiguamente, tenía unos cuatro o cinco metros de ancho en el suelo y alcanzaba diferentes alturas durante su recorrido, llegando a los siete u ocho metros en las partes más profundas. Los investigadores piensan que una vez hecho el Gualeró, se realiza una remodelación o readaptación de los riegos de esta zona, cambiando el nombre de algunas acequias y dando riego a otras zonas.